y cuando sus palabras flotaban por el espacio
en el aire, el oxígeno ya no estaba
kilometros de distancia fúnebre
y una presencia temblaba intimidada
y una presencia temblaba intimidada
la tristeza parca deambulaba,
acariciaba suave pero fuertemente a su espalda
mientras muy lentamente se adentraba,
sus huesos sólo rasguñaban,
el sonido del vacío retumbaba sin dar pausa...